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miércoles, mayo 1, 2024
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Efectos del volcán Ubina

Nunca nos cansaremos de recordar a las autoridades, tanto nacionales como regionales, la necesidad de prevenir y que comprendan que este concepto implica medidas, disposición y actitud anticipada para evitar que suceda algo negativo. La prevención busca minimizar riesgos de diferente origen. El objetivo de prevenir es lograr que un perjuicio eventual no se concrete. Popularmente se dice que «es mejor prevenir que lamentar». Es necesario adelantarse a los acontecimientos y adoptar medidas defensivas frente a eventualidades de diverso orden. Es preferible invertir en campañas de prevención que después remediar los males. Bolivia todavía no sale de la amenaza por la aparición de tres casos de fiebre hemorrágica, que sorprendió a las instituciones sin medidas para hacer frente a la situación, y se presenta otra situación de urgencia.

Hoy unas 600 familias bolivianas están afectadas por los efectos del proceso de erupción del volcán Ubina de Perú, que ha puesto en emergencia a un amplio territorio de ese país, cercano a la frontera con Bolivia. El Gobierno peruano declaró estado de emergencia en 12 distritos de las regiones Moquegua (10), Arequipa (1) y Tacna (1) debido al proceso eruptivo del volcán y las intensas emisiones de ceniza. El Comercio de Lima informó que durante la emergencia se ejecutarán medidas y acciones de excepción, inmediatas y necesarias, de respuesta y rehabilitación que correspondan.

Los gobiernos regionales y el gobierno central, además de instituciones públicas y privadas involucradas, ejecutarán las medidas y acciones de excepción, inmediatas y necesarias, destinadas a la respuesta y rehabilitación de las zonas afectadas. En el decreto que dispone la emergencia se describe que la erupción del volcán Ubinas, está dispersando cenizas hacia el sur y sureste de la región, causando daños a la vida, salud, viviendas y agricultura de las poblaciones de las tres regiones afectadas. Justifica la emergencia porque los daños sobrepasan la capacidad de respuesta de los gobiernos regionales por lo que resulta necesaria la intervención del Gobierno Nacional peruano.

A su vez, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), informó que para los próximos días persistirán condiciones de viento que favorecerán la dispersión de cenizas expulsadas por el volcán Ubinas, hacia el sur de Puno, noreste de Moquegua y Tacna. Además, la temperatura diurna descenderá debido al oscurecimiento generado por la ceniza. Jhojan Rojas, subdirector de Evaluación del Ambiente Atmosférico, explicó a el periódico El Comercio, que las cenizas siguieron una trayectoria hasta Puno, y han atravesado la frontera con Bolivia. «Los vientos están generando que los contaminantes se vayan al este. Eso está causando que estén pasando por una parte del lago Titicaca», dijo.

Rojas informó que las características de estas cenizas es que tienen presencia de metales pesados como plomo, cadmio y aluminio. «En estos momentos, en Puno, se están presentando precipitaciones, por lo que estos agentes contaminantes (dióxido de azufre) en contacto con el agua generan lluvia ácida», comentó. Producto de estas emisiones del volcán Ubinas, los contaminantes que más se incrementan son el material particulado y el dióxido de azufre. «En estas situaciones, estos contaminantes tienen concentraciones muy elevadas, y superan los valores conocidos como estándares de calidad». «Es casi o más que poner el rostro en un tubo de escape», ejemplificó el funcionario.

Mientras tanto, en nuestro país, el subgobernador de la provincia José Manuel Pando del departamento de La Paz, Juan Chacolla, informó que producto de la erupción del volcán Ubinas, dos municipios y unas 600 familias bolivianas se ven afectadas. El representante local, que llegó a la ciudad de La Paz para pedir ayuda de autoridades nacionales y regionales, explicó que la ceniza cubrió pastizales, y las calles de Santiago de Machaca y Catacora. Está en peligro el ganado y la salud de la población estimada en 600 familias. Informó que ya los niños presentan algunos problemas respiratorios por la contaminación del ambiente. Esperemos que algunos de los mecanismos del Gobierno, se movilicen y brinden ayuda a los damnificados.

La prevención nunca ha sido una virtud de autoridades bolivianas, tanto nacionales como regionales, pese a que existe un presupuesto especial para emergencias, aprobado ya el año 2014, cuando la Asamblea Legislativa Plurinacional sancionó la ley de «Gestión de Riesgos» que crea un Fondo para la Reducción de Riesgos de Desastres (Forade), que funciona con el 0,15 por ciento del presupuesto del Tesoro General de la Nación. En ese momento el Gobierno explicó que el Forade se creaba como un fideicomiso con disponibilidad inmediata de recursos.

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