Directivos de los jubilados de Bolivia, expresaron a redactores de JORNADA su desacuerdo con referencia al uso de infraestructuras hospitalarias o dineros de aportes de los afiliados a la Caja Nacional de Salud, para atención del SUS.
El Presidente de la Confederación de Jubilados de Bolivia, manifestó que en la actualidad la CNS atiende a un millón y medio de afiliados los cuales aportan 27 millones de dólares al año.
Existe un adeudo al Hospital de Clínicas, de aproximadamente Bs. 54 millones que se tiene que pagar.
Consideramos que para implementar el Seguro Universal Social, el Gobierno no debe tocar dineros de los aportes a la Caja Nacional de Salud, tampoco usar los centros hospitalarios, oficinas, farmacias, ni aparatos de cirugía, porque no abastecería para los pacientes en espera, que podrían subir a más de tres millones y medio.
Sin un presupuesto real y adecuado a las exigencias de los pacientes, sobre todo de enfermedades terminales, si no existe infraestructuras a nivel nacional dotadas con aparatos de última generación para atención quirúrgica, ni aprovisionamiento de fármacos para dar en forma gratuita a quienes reclamen de dicho seguro, la situación se agravaría para los pacientes, para los médicos y enfermeras, existiría colapso total.
Al presente, dijo, la CNS apenas puede atender al día a unos cuatrocientos pacientes a nivel nacional, con el SUS los pacientes subirían cada día a unos ochocientos en cada centro hospitalario. Los aparatos de alta cirugía prácticamente están obsoletos, como anécdota, ocurrió que se operó en un hospital con luz de un celular ante la falta de energía eléctrica por un corte intempestivo. Cabe recordar que, en el Instituto del Tórax, los ambientes se tienen que calentar con hornillas de cocina o apelar al ingenio de enfermeras y médicos para casos de suprema urgencia.
En el hospital de Clínicas de La Paz, los pacientes en emergencia están en el suelo en improvisadas payasas, como abarrotadas, ante la desesperación de los médicos que no tienen el tiempo necesario para atenderlos en forma inmediata, sea por falta de gasas, algodón, o medicamentos, el grito de quienes piden auxilio retumba en dicho hospital, la ministra Adriana Campero, en lugar de dar atención prioritaria al planteamiento de los médicos para que se dote de aparatos médicos de cirugía, modernos y sofisticados, se dedicó a clausurar farmacias privadas, empeorando la situación de quienes rogaban a todos los santos ser atendidos.
Quienes aportamos y aportan a la CNS, estamos preocupados, somos solidarios con todos los bolivianos que tienen derecho a ser atendidos en forma oportuna para sus dolencias, solidarios que el SUS sea de carácter universal y gratuito, pero le recordamos al Gobierno que no es con palabras, en determinados tiempos, que se lograra cubrir atención a más de seis millones de personas que requieren de atención a su salud y medicamentos gratuitos.
Comprendemos a los médicos y al sector de trabajadores de salud, en su justo reclamo de incremento del 10% al presupuesto de salud.
No queremos que personas de la tercera o cuarta edad, mujeres, o niños, estén haciendo cola desde primeras horas de madrugada para coger una ficha de atención que se deriva a especialistas, quienes programan, si es operación, para dentro de tres o cuatro semanas o en algunos casos dos meses, por falta de catres, fármacos, por ello estamos angustiados, cómo sería las calles y hospitales con filas y filas de pacientes desde días anteriores a la otorgación de fichas.
Santo Dios, queremos que la atención a todos los pacientes sea oportuna, pero también para ello somos conscientes que el Estado debe preocuparse de la infraestructura, aparatos modernos de análisis, operación, medicamentos, que se requiera, sostuvo.