Un caso de violación del que se acusa a cinco jóvenes, uno de ellos menor, a una chica de 18 años, que estaba en terapia intensiva en un hospital, ha causado una notable polémica en Bolivia, donde se compara este hecho con el de «La Manada» de España.
La población boliviana expresó ayer su indignación por este hecho a través de redes sociales, en las que denominó a este caso como «La Manada boliviana».
«La Manada de violadores versión boliviana, el poder de su dinero les tapa la cara, que todo el mundo los conozca», reza uno de los muchos mensajes en redes sociales.
El hecho sucedió el pasado fin de semana cuando un grupo de cinco jóvenes junto a la chica, quien era su amiga, se dirigieron a una discoteca en la ciudad de Santa Cruz y fueron echados del lugar por consumir drogas, según un reporte.
Al salir del lugar, los jóvenes se trasladaron hasta un motel donde consumieron distintas drogas y violaron a la joven, que sufrió convulsiones después de la agresión, informó el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia en Santa Cruz, Ramiro Pérez.
La víctima fue trasladada a un centro médico con ayuda de personal del motel y se encuentra en «una situación crítica», con baja médica de quince días, según manifestó a los medios el abogado de la joven Andrés Ritter.
El jurista explicó que según el informe forense la joven presenta contusiones en el rostro, las piernas y una hemorragia en el ojo derecho.
Además, las pruebas toxicológicas evidenciaron la presencia de seis distintas drogas en la sangre de la víctima, según el abogado.
Los cinco jóvenes fueron aprehendidos, entre ellos un menor, y un juez determinó enviar preventivamente a la cárcel en Santa Cruz a los cuatro mayores de edad.
La opinión pública ardió en el ácido de indignación cuando la madre de uno de ellos, funcionaria de la Alcaldía de Santa Cruz, intentó con lenguaje y señas groseras minimizar el actuar de su criatura.
Al salir de la audiencia, la madre de uno de los jóvenes expresó que la víctima es una «drogadicta antigua» y que «nadie la obligó a ir» al motel.
«Lo que yo busco es justicia porque lo único malo que han hecho ellos es esconderse para drogarse en un motel, no hay violación», declaró la madre a los medios.
Las autoridades anunciaron una investigación para conocer de dónde adquirieron las drogas que pudieron consumir los implicados.
«Estamos en coordinación con la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico para que determinen de dónde proceden estas sustancias», expresó Pérez.
Por su parte, la abogada Jessica Echeverría, una reconocida activista contra la violencia sexual, advirtió «a los familiares de La Manada que sabemos que tienen dinero e influencias, si ustedes tienen poder, redes, dinero nosotras las mujeres cuando nos unimos somos un turbión».
En medio de la susceptibilidad general de que los poderes y platas de los familiares de los violadores agudicen la venalidad de los operadores judiciales, el presidente Evo Morales envió a su ministro de Justicia, Héctor Arce, a Santa Cruz, para que no despegue su atención de la audiencia que terminó con 4 de los 5 en los calabozos de la cárcel más violenta, peligrosa y hacinada del país.
«Nos apersonaremos conjuntamente (con) el Ministerio de Justicia en un hecho (que es) inaceptable para la sociedad», dijo.
El ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, pidió que se actúe con toda la rigurosidad porque un hecho de esta clase no se puede aceptar.
Numerosos internautas bolivianos compararon en redes sociales este caso con el de «La Manada» de España, los cinco hombres condenados por la violaron en grupo a una joven de 18 años en las fiestas de San Fermín en Pamplona en 2016.
Los agresores fueron condenados a nueve años de prisión por abusos sexuales, pero no por una agresión equivalente a violación, una sentencia que provocó una notable indignación social.