El presidente Luis Arce defendió este jueves las cualidades nutritivas y medicinales de la hoja de coca al inaugurar un encuentro en La Paz sobre la lucha antidrogas al que asisten representantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE).
En la XIV Reunión de Alto Nivel del Mecanismo de Coordinación y Cooperación Celac-UE en materia de Drogas, el mandatario resaltó que Bolivia tiene su propia política de «lucha antidrogas soberana» que está en marcha desde hace años «con resultados positivos».
«Pero también Bolivia es un país que respeta nuestra sagrada hoja de coca que tiene más de 14 alcaloides, uno de ellos sirve para la producción de cocaína, pero los restantes son alimentos, proteínas, son una serie de beneficios para la humanidad», aseguró.
Arce recordó que por esto, su Gobierno inició una campaña de «desclasificación de la hoja de coca como un estupefaciente» para que el consumo de sus derivados lícitos sea permitido fuera de Bolivia.
También mencionó que «Bolivia se encuentra en una etapa de industrialización de la hoja de coca para poder beneficiar con sus atributos y propiedades a todo el mundo en materia medicinal» y con la elaboración de otros derivados como dentífricos, medicamentos y alimentos.
Según Arce, su país está «sumamente comprometido con la lucha contra el narcotráfico», pero «necesita de la cooperación para poder tener mejores resultados» de los que ya ha alcanzado en una batalla contra «un enemigo asimétrico que tiene todas las ventajas».
«Si no estamos trabajando conjuntamente, corremos el riesgo de perder esta batalla asimétrica. Por eso, para hacerla más simétrica, para hacerla más equilibrada, es que necesitamos que la cooperación entre los países, el intercambio de tecnología entre los países que están enfrentando este problema sea mucho más ágil», afirmó.
El mandatario resaltó que reuniones como la que se realiza en esta jornada sirven para facilitar «este tipo de cooperación que tenemos que tener entre todos» quienes tienen «la responsabilidad de salvar al planeta y a nuestros países del flagelo del narcotráfico».
Junto a Arce estuvieron el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, y la ministra belga del Interior, Annelies Verlinden, y las tres autoridades lucieron coronas hechas de hojas de coca alrededor del cuello.
La hoja de coca en Bolivia está consagrada en la Constitución vigente desde 2009 por sus usos tradicionales, medicinales y culturales, pero una parte de la producción es desviada al narcotráfico para la fabricación de cocaína.
Desde 2017 rige una ley que amplió la superficie de los cultivos legales de hojas de coca en el país de 12.000 a 22.000 hectáreas.
Los cultivos en Bolivia disminuyeron un 2 % al pasar de 30.500 hectáreas registradas en 2021 a 29.900 en 2022, según un informe de octubre de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc).
El Gobierno de Arce busca que el arbusto salga de la lista de estupefacientes, para lo que ha pedido a la Organización Mundial de la Salud (OMS) una «revisión crítica» de sus propiedades medicinales.